Villa Muestra la Violencia Latinoamericana


Los barrios se fueron degradando y la gente perdió tolerancia y se llenó de rencor. La vida no vale nada.En los barrios de Panamá había mucha gente buena. Eso se perdió y ahora tienes enemigos en la misma cuadra. Las armas son una moda letal y peligrosa.



Por: Nervis Araujo Rincón


Quien decide hacer del periodismo su oficio de vida es porque de alguna manera está unido sentimental y vocacionalmente a las letras, a lo que cuenta la vida y el imaginario colectivo. Tanto es así que muchos acarician la idea de escribir una obra cargada de realismo verdadero, mágico o recreado, algún texto que perdure más que un efímero hecho noticioso.

Así pasó con Andrés Villa, periodista y fotógrafo panameño de dilatada labor, a quien desde muy joven la idea de contar historias no lo abandonaba y tuvo su mejor inspiración para armar una obra tan conmovedora como inquietante: el barrio donde nació y creció. Este escenario lo llevó a escribir 32 capítulos en La Nueve, novela que muestra la violencia que se vive en los barrios de clase baja en cualquier parte de América Latina, pero que tuvo como epicentro Panamá.

La obra, que fue presentada a finales de diciembre del año pasado y que ha vendido más de 600 ejemplares, le ha permitido dormir tranquilo y cosechar buenas críticas en los primeros meses de circulación.

- ¿Siempre sentiste la necesidad de escribir una historia como esta?

- Sí, sentía la necesidad de escribir y publicar algo. Tenía un montón de cuentos y una novela histórica, pero me dije, la violencia que se vive es el tema. Llena las páginas de los periódicos y de los principales noticieros televisivos. Comencé y no paré hasta terminarla. Armé los 32 capítulos, pero después busqué la crítica de autores reconocidos y salí airoso. Es una satisfacción.

- Cuentas que creciste en un ambiente muy similar al escenario de La Nueve. ¿Qué fue lo que más te marcó de esa etapa?

- La forma como cambió el barrio, como cambiaron las normas de conducta y los códigos entre los jóvenes. Los barrios se fueron degradando y la gente perdió tolerancia y se llenó de rencor. La vida no vale nada. En los barrios de Panamá había mucha gente buena. Eso se perdió y ahora tienes enemigos en la misma cuadra. Las armas son una moda letal y peligrosa.

- ¿De dónde nacieron los nombres de tus personajes?

- Dumbo era un compañerito del barrio en mi niñez, allá por los años 60. En toda calle de Panamá hay un Calitín, es el diminutivo de Carlos y Dorita es un nombre común como lo son mis personajes. Tavo viene de Gustavo, Titín es un apodo que se asocia a la gente pequeña, como era el personaje. Roberto quizás es el único que no tiene apodo, por respeto, porque era diferente.

- ¿Qué es lo que más te satisface de tu novela?

- Todo, la historia en sí. Es rápida, veraz y me salió buena en conjunto. La gente comenta que La Nueve los atrapa y como es corta, sólo tiene 111 páginas, se la leen en una, dos o tres noches. Durante la presentación de la obra, el profesor Juan Gómez comenzó a describir los asesinatos y llegó a contar hasta ocho y yo, en la mesa principal me encontraba sobrecogido y no creía que había escrito algo tan violento... pero es la realidad.

Rubén Blades sobre La Nueve

"He tenido la oportunidad de leer el libro de Villa y me parece que cualquier intento que haya de escribir las realidades urbanas ayuda a comprender mejor al lector. Por otro lado, es una forma de exorcizar demonios personales.

Ésta es parte de la experiencia de Andrés creciendo en un barrio popular, como he crecido yo. En el caso de Villa documenta, pero también plantea la posibilidad de resolver cosas a través de las imágenes que él describe y nos ayuda a entender la ciudad".


Fuente:
Panamá América
Suplemento Día D

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